La tierra está cansada. Ya no rinde más, ni con abono orgánico. Cuando ponemos químico recién da buena cosecha. Las mujeres nos preguntamos de qué vamos a vivir. Si nosotros producimos en pacerlas pequeñas, cómo van a vivir nuestros hijos. Hay familias que tienen 7 u 8 hijos”, dice Elena Chura, una mujer aymara de Bolivia.