Heterogeneidad, continuidad y cambios son tres palabras con las que describimos la situación actual de las mujeres rurales en Nicaragua. Mientras la heterogeneidad da cuenta de las diferencias existentes entre las mujeres rurales, la continuidad alude a problemas comunes a ellas que persisten en el tiempo influidos por las normas sociales de género. La categoría “cambio” muestra que al mismo tiempo en la heterogeneidad y en la continuidad hay aspectos de la situación de las mujeres rurales que se van modificando lentamente a través del tiempo.
ECUADOR: LAS MUJERES RURALES EN ECUADOR
Llegan apuradas las mujeres a la reunión, han sido convocadas para hablar del proyecto que se está implementando en la Comunidad San Francisco. La institución que las convoca tiene como objetivo evaluar la implementación del proyecto, cuyo propósito es fomentar las cadenas inclusivas de lácteos, uno de los principales indicadores es el incremento de su ingreso. Si bien el proyecto no fue pensado exclusivamente para mujeres, quienes terminaron asumiendo las tareas en la finca y las reuniones fueron ellas. Evelyn es una joven que bordea los 20 años, asiste “representado a su mamá”, quien es trabajadora de una empresa florícola de la zona y no puede asistir a la reunión.
GUATEMALA: LAS MUJERES RURALES EN GUATEMALA
Esperanza Caal Choc, indígena maya q’echí, de 35 años de edad, soltera, abogada de profesión, del municipio de Cobán, Alta Verapaz, reconstruye su auto narrativa como mujer indígena de la siguiente manera: «Somos cuatro hermanos. Dos hombres y dos mujeres. Mi padre recuperó las tierras que abandonamos durante el conflicto armado. Pero, hace un año atrás, nos reunió a los cuatro hermanos y entregó todas las tierras solo a los hijos varones. Mi hermana no dijo nada. Yo sí le pregunté a mi mamá de esa decisión. Ella me dijo: “Es la decisión de tu papá y tenemos que aceptar”. […] Yo le pregunté a mi papá y me respondió:“ Tus hermanos son varones. Ellos van a poder trabajar la tierra. Ustedes son mujercitas, no necesitan tierra” (Entrevista. Cobán, septiembre, 2015).
COLOMBIA: MUJERES RURALES EN COLOMBIA.
El corredor Puerto Vega -Teteyé está ubicado en la zona rural del municipio amazónico de puerto Asís, en el departamento del Putumayo, Colombia. Desde hace más de una década se han intensificado los conflictos socioambientales en el territorio por el impulso que el Gobierno nacional ha dado a la actividad minero-energética, declarándola de interés estratégico para la nación en los últimos planes de desarrollo. En el corredor se incrementaron las actividades de la industria petrolera y la militarización del territorio, afectando el buen vivir de las comunidades, su derecho a la alimentación y al medio ambiente.
BRASIL: INFORME DE BRASIL SOBRE LA SITUACIÓN DE LA MUJER RURAL.
En general, podemos afirmar que están sucediendo cambios profundos en la situación de las mujeres rurales en Brasil. En lo que respecta a la población, en las franjas de edades más pequeñas los hombres son mayoría, pero después de los veinticinco años, las mujeres se muestran con una ventaja cada vez mayor, debido a la alta tasa de mortalidad entre los hombres más jóvenes. Sin embargo, en el área rural hay menos mujeres, a causa de una migración selectiva, con un flujo predominante de jóvenes más escolarizados y del sexo femenino hacia áreas urbanas. A pesar de que las mujeres tienen una escolaridad mayor en promedio, la renta promedio femenina es menor que la de los hombres en todas las regiones de Brasil.
ARGENTINA: LAS MUJERES RURALES EN EL CHACO ARGENTINO
En las inmediaciones del pueblo de Miraflores, provincia del Chaco, se encuentran ubicadas las reservas indígenas Lote 88, Campo Flores y Alegre. Habitan allí comunidades indígenas de la etnia wichi. Las mujeres indígenas de la zona se dedican a la cría de animales y su labor de tejer artesanías no es redituable, esta situación es problemática debido a que esta es una actividad primordial dentro del pueblo wichi.
BOLIVIA: LA LUCHA POR LA TIERRA NO HA TERMINADO: SITUACIÓN DE LAS MUJERES CAMPESINAS EN BOLIVIA
La tierra está cansada. Ya no rinde más, ni con abono orgánico. Cuando ponemos químico recién da buena cosecha. Las mujeres nos preguntamos de qué vamos a vivir. Si nosotros producimos en pacerlas pequeñas, cómo van a vivir nuestros hijos. Hay familias que tienen 7 u 8 hijos”, dice Elena Chura, una mujer aymara de Bolivia.
EL SALVADOR: LA SITUACIÓN DE LAS MUJERES RURALES EN EL SALVADOR
Aún brilla la luna sobre el Cantón San Vicente en Candelaria de la Frontera, El Salvador. En medio de los grillos y el viento del campo, Rosario García ya ha iniciado su jornada diaria con los quehaceres domésticos. Ella, como la mayoría de mujeres rurales, dedica largas horas al trabajo doméstico y de cuido, que debe compaginar con su actividad como productora al cultivar la tierra. Su jornada habitual se extiende hasta 16 horas diarias.
PARAGUAY: SITUACIÓN DE LAS MUJERES RURALES EN PARAGUAY
En Paraguay, las mujeres rurales, campesinas e indígenas tienen un rol fundamental en la economía, la seguridad alimentaria y en el sostén de las familias y comunidades rurales; protagonizan las tareas productivas en la agricultura familiar.
VENEZUELA: LA SITUACIÓN DE LAS MUJERES RURALES EN VENEZUELA
«…La agricultura para mí es como la vida…” eso nos dice Jakeling, habitante del municipio Urdaneta, Estado Aragua (Estado central de Venezuela) y casi en términos similares lo expresa Noris, residente del municipio San Genaro de Boconoíto, Estado Portuguesa (Estado Occidental).